La paz es algo que se intenta conseguir desde hace muchísimo tiempo, pero somos nosotros quienes también la frenamos. Es evidente que a veces nuestra ira y orgullo superan nuestra persona y son las causantes de los desastres y las atrocidades que se cometen hoy día, pero esto debemos corregirlo si queremos un mundo sin violencia.
Muchas personas y criaturas inocentes pagan por nuestros errores y eso es una injusticia. Tal vez si pensásemos en los demás y en las consecuencias que pueden tener nuestros actos, recapacitásemos y pusiésemos de nuestra parte, podríamos hacer de un mundo violentio, egoísta y lleno de guerra, un mundo mejor.
Sé que esto es muy fácil decirlo y que tal vez cuando lo lean olviden todo lo que os estoy diciendo a los pocos minutos, pero solo pretendo concienciaros de que estamos destruyendo el mundo y la felicidad de las personas, y para evitarlo, tenemos que sembrar paz empezando en nosotros mismos.